De taberna oscura a restaurante y bar de tapas cálido y vintage en PLATO PLATÓ
Mucha ilusión en el proyecto del bar de tapas y restaurante PLATO PLATÓ por crear algo diferente han convertido el proyecto en un local que despierta el interés de todo aquel que lo visita.
Premiado por su cocina de ideas frescas, con un sabor tradicional que no renuncia a un toque atrevido e innovador; cuenta con una decoración entre moderna y vintage con acabados cálidos, realizada por la interiorista sevillana Mamen Cortés.
El local, una antigua taberna con mucha oscuridad, forrada de madera; es ahora un espacio con luz gracias sus grandes ventanales, a la eliminación de toda la madera que albergaba y a sus paredes de ladrillo en blanco que simulan una antigua fábrica.
La cocina abierta le da un aire divertido, despertando los cinco sentidos del comensal al ver trabajar en ella a sus dos chefs; Manuel Nieto y Manuel Labella, jóvenes cocineros con gran trayectoria a sus espaldas. Nieto cuenta en su currículum con el trabajo realizado en El Bulli y Labella ha trabajado en otros países como Italia.
El local de planta rectangular está compuesto por distintos ambientes con mesas altas o mesas bajas; un reservado presidido por un graffiti del diseñador Lorenzo de Grandis y una zona de sofá presidido por un elegante sofá chester. También dispone de un plató en el que los chef graban en video recetas y tapas de la carta.
Los taburetes altos de bar Randy y la familia de sillas y taburetes Mews de la colección de muebles vintage Francisco Segarra; todo piezas en cuero, junto al suelo original que se ha conservado, consiguen el ambiente cálido y vintage que actualmente tiene el espacio.
La música en directo principalmente de Jazz o flamenco soul, son un atractivo los viernes y sábados.
