La estética de los lofts neoyorquinos de los años 50 cautiva y apasiona

La estética de los lofts neoyorquinos cautiva y apasiona. Aquellos encantadores lofts de los años 50 que proliferaban en los barrios de Tribeca o el Soho y que marcarían las bases del estilo industrial, son hoy en día, la inspiración para profesionales como Lev Lugovskoy. La rehabilitación de un antiguo espacio abuhardillado en Moscú, dice mucho de la capacidad creativa de este arquitecto.

Clasificado como un proyecto ecléctico, sus elementos estructurales, con numerosas vigas en madera, paredes de ladrillo aparentemente originales, estructuras metálicas y conductos de aire y calefacción a la vista, nos inducen a englobarlo dentro del estilo industrial de los viejos loft por la estética fabril del espacio.

Independientemente de su estilo decorativo, el espacio nos resulta envidiable. Maderas, pieles y textiles, arropan el conjunto, creando un entorno confortable y acogedor. En gran medida por la selección del mobiliario que incluye un inconfundible sofá chester, símbolo indiscutible de elegancia y distinción.

Imprescindibles los materiales recuperados, luminarias industriales antiguas, obras de arte, poleas y engranajes que el arquitecto Lev Lugovskoy ha sabido componer para lograr un diseño sobresaliente.