Decoración vintage que invita a regocijarse en la belleza de las cosas inconexas.

Vagar sin rumbo fijo y con la actitud del caminante, sin importar si torcer a la derecha o a la izquierda, descubriendo los mercados, los oficios, los parques, los barrios, las gentes, sencillamente pasear.

Deambular por las ciudades de forma relajada, con tiempo para la reflexión y momentos para el diálogo, es una experiencia que genera un conocimiento tan valioso como espontáneo.

Cuando la ruta nos lleva a… Un lugar mágico y maravillosamente caótico.

Balat es un barrio sencillo de Estambul, errar por sus calles adoquinadas, hallarse absortos por la reconstrucción de sus antiguas casas otomanas, sorprenderse con sus vibrantes colores, es fácil sentirse parte de este vecindario. En el corazón del antiguo barrio judío, nos deslumbra el encanto de sus cafeterías, galerías de arte, tiendas alternativas y sinagogas.

Los colores de un mundo con una belleza infinita.

Una parada en Café Naftalin K… A primera vista puede parecer barroco, pero su interiorismo conserva un cierto orden.

Con un sello de autenticidad que lo convierte en irresistible y una estudiada espontaneidad decorativa, este espacio rocambolesco es extraordinariamente cordial. Su magia radica en una multitud de objetos anticuados y obsoletos, pero con un encanto especial.

La gracia de un interiorismo con chispa.

Animado, vital y sorpresivo. Un lugar pintoresco donde reina la energía y el dinamismo.

De la intranquilidad y el desconcierto a la adoración de sus montones de objetos, algunos abarrotados en sus vitrinas, otros esparcidos en un espacio cargado de vida.

A este ambiente de confianza y confort, se unen mimos y caricias, aquí se siente satisfacción y bienestar, y algunos ronronean por puro gozo.

Se revuelven en el sillón, maúllan y se sienten dichosos… como en casa. En Estambul, los gatos callejeros, pasean por las cornisas y reposan en los cafés, son el alma de una ciudad que enamora por su cultura, su singularidad y su caos indescifrable.

En el itinerario, en ocasiones, hay paradas que requieren tiempo, tiempo para cerrar experiencias pasadas y lanzarse a nuevas aventuras. Retomamos el camino en nuestro blog con un local que nos recuerda nuestros primeros pasos. De Café Jozef K. a Café Naftalin K. Espacios atípicos que parecen un peculiar museo. Ambos agitan nuestra pasión por los muebles antiguos. Ellos son nuestra debilidad, porque en nuestro mundo, en la estética vintage, las antigüedades son todo un símbolo.

© Instagram cafenaftalink