Imperfecciones y cicatrices. El sello de un interiorismo audaz y destacable.

La búsqueda de la perfección no garantiza el éxito, caer en los cánones del diseño puede llevarnos a  pasar desapercibidos. Encontrar la belleza en la imperfección y la elegancia en el misterio. Hallar los proyectos más relevantes, afines a nuestra estética es el gran reto del blog de Francisco Segarra.

La decadencia como hilo conductor entre el diseño y las emociones más profundas del ser humano, nos lleva a pensar en nuestra existencia y el paso del tiempo a través de los objetos y de las estructuras. Todo cambia, todo es temporal, todo vuelve a la tierra.

La imperfección en el interiorismo más audaz.

The Fitz, capta nuestra atención. Este establecimiento se desmarca de otros por su innovador concepto mixto de Barber Shop y Coctel Bar.  La fusión de una estética decadente y el lujo ostentoso en un espacio con misterio. Paredes oscuras, curtidas, saturadas de capas. Cicatrices de batallas que albergan detalles en cada rincón… Unas butacas maltrechas, un mostrador con lacra, unas vitrinas raídas y una majestuosa lámpara. Todo cuenta una historia a través de sus texturas, todo  genera sensaciones. Un interiorismo valiente capaz de recrear lo que el tiempo nos deja en su camino.

La yuxtaposición de elementos dorados junto a la barra, los tonos oscuros del mobiliario y el fondo azul de las paredes, generan una interacción de diferentes estímulos visuales que se percibe por todo el establecimiento. Las grandes cortinas de terciopelo dividen las diferentes zonas, la barbería y el bar.

Glamour. Misterio. Decadencia. Un interiorismo destacable.

Un local informal, a la vez glamuroso. Un espacio para el ocio y el estilismo. Un ambiente donde socializar arropados por un interiorismo destacable. Un local que arraiga en la vida nocturna de la sociedad de Kiev. Una identidad que nace del pasado para vivirlo en el presente.

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