Barrandillas de forja… Cuando las zonas insospechadas cobran protagonismo.
El arquitecto suizo-francés Le Corbusier, pionero de lo que ahora conocemos como arquitectura moderna, hizo de este arte su bandera de revolución.
En la década de 1920, recordando que no vivimos en la superficie sino en el espacio, introdujo la idea de sus límites difusos.
Ante este contexto, los espacios con doble altura fueron la respuesta a las nuevas aspiraciones arquitectónicas.
La necesidad de innovación y el efecto visual que crea, hizo que esta idea cobrara fuerza posteriormente en el ámbito comercial.
Aunque los productos y servicios siguen siendo los protagonistas, los negocios y comercios buscan un enfoque holístico, donde el todo sea mayor que la suma de sus partes.
Esas zonas insospechadas que de repente cobran fuerza necesitan un aporte en su diseño que, además de protección, nos facilite la división física.
Las barandillas de forja son elementos arquitectónicos que dejan de ser secundarios. La combinación de sus materiales de época y sus formas originales incrementan la singularidad de esta pieza.
Si te gusta apostar por diseños que estén a la altura, haz que tus clientes alcen la vista y déjales con la boca abierta.
