¡Novedad hostelería! Sillas nórdicas.
En la década de los 50, los muebles de rattán llegan por primera vez, comercializados por una firma Danesa, que producía modelos con un marcado estilo escandinavo. A día de hoy, encumbrados por las tendencias nordicas o vintage, y una mayor conciencia medio ambiental, son piezas de mobiliario muy valoradas por varios motivos: están realizadas a mano, provienen de una de las plantas de más rápido crecimiento; y son piezas naturales y duraderas.
A diferencia del bambú que es hueco, el rattán es una pieza sólida. Un material idóneo para la fabricación de asientos resistentes y elegantes, realizados utilizando fibras y cañas de una variedad de palmera trepadora denominada Calamus. Con una rápida tasa de crecimiento, este es un material abundante y renovable. La fabricación de las sillas de rattán Garret, se realiza por tanto mediante un proceso sostenible. Su producción proviene de una materia prima natural que no requiere máquinas contaminantes ni productos tóxicos.
Su procedimiento de tejido y manipulación del rattán es una parte importante en su manufacturación, ya que este proceso da al soporte una gran resistencia frente a un uso continuo, sin deformaciones. La madera de ratán es manipulada a mano. Su gran ductilidad permite que se formen líneas sinuosas que envuelven los contornos y se entremezcla en armonía con el tejido. Las uniones están envueltas con tiras de fibras; sin juntas químicas.
Todas estas características, convierten a las sillas de rattan Garret en un asiento idóneo para el sector de la hostelería. Su peso ligero y su clara influencia del estilo escandinavo la convierten en una excelente opción para los proyectos de interiorismo que conecten con la naturaleza y la sostenibilidad.
