Nativo. Una reforma integral con el sello distintivo de Francisco Segarra.

Situado en una zona residencial de Zaragoza, y rodeado por diferentes locales dedicados al ocio y la gastronomía, Nativo se presenta como una oferta diferente en cuanto a concepto gastronómico. Una vuelta al origen, con ingredientes tradicionales y sabores de siempre, con sutiles toques contemporáneos en la manera de tratarlos, cocinarlos y presentarlos.

El proyecto desarrollado por el equipo de interiorismo, liderado por Francisco Segarra, se centra en potenciar y acompañar esa sensación de tradición actualizada. Una vuelta al pasado, que siempre vuelve, o siempre está ahí; un echar la vista atrás, una vuelta a la esencia.

Nativo. El interiorismo como aportación a una gastronomía de herencia.

Como punto de partida, el origen, los cuatro elementos naturales; tierra, agua, aire y fuego. Tierra; madre, inicio y cuna. Presente a través de los rojizos y terracotas de ladrillos y tapicerías, en las fibras naturales, ratán, esparto. Agua; fuente de vida que hace germinar la vegetación. Vigente a través de tonos aguamarina en las zonas húmedas del local. Aire, frescura, aromas; elementos ligeros que dejan que la brisa, cargada de sabores, circule a través de contraventanas y celosías. Fuego como elemento protagonista en la cocina; brasas, maderas tiznadas, cerámica endurecida y ennegrecida por el efecto de las llamas, incluso la iluminación se tiñe de un tono cobrizo para acompañar y enmarcar la escena.

Las premisas a seguir en la reforma integral del local: lograr un espacio acogedor, de atmósfera cálida y agradable, en la que la sonoridad y el aislamiento acústico tienen un papel primordial, y donde se pretende conseguir una versatilidad absoluta en cuanto a la distribución de mesas. Para ello, el principal cambio respecto a la distribución original del establecimiento se centra en la creación de una barra protagonista, visible desde cualquier punto de la estancia y de la terraza, y que funciona como corazón y alma del restaurante. A partir de aquí el reto del proyecto de reforma era el de eliminar la sensación de “tubo” que transmitía el local. Definir diferentes zonas, unidas pero claramente delimitadas por medio de arcos fabricados a medida, que eliminan visualmente el exceso de columnas y a través de la decoración, donde juega un papel fundamental la diversidad de suelos, tipos de asientos y mobiliario.

Mediante el uso de materiales cálidos como son la madera, el ratán, las fibras naturales; una paleta de colores armónica y afín, y una iluminación tenue, se consigue el marco perfecto para degustar lo que el grupo hostelero Nativo denomina, una gastronomía de herencia. Una carta exquisita donde lo tradicional y lo actual se unen.

Nuestra aportación al interiorismo en el ámbito de la gastronomía.

Con Nativo Tradicional Deli, son ya tres los restaurantes del grupo creado por Kike Júlvez y Carlos Vallejo en 2013. Marengo, La Bocca y Nativo. A este nuevo proyecto se une Santiago Vallejo como socio inversor. 400 plazas y 50 empleados, así como una importante facturación, avalan su modelo de negocio que apuesta por una oferta gastronómica diferente y una decoración muy cuidada.

Con la fidelidad de un buen cliente, y con la total confianza del grupo depositada en nuestra visión del proyecto, no había pretexto para no abordar un trabajo desafiante.

Fotos Xoel Burgués