Revestimientos de techo de estilo victoriano. Interiorismo fuera de serie.

Huir del interiorismo hecho en serie. Desmarcarse y sobresalir. Triunfar en el diseño de espacios, en la actualidad, pasa por dominar la originalidad y la diferenciación.  El hallazgo de productos exclusivos, singulares o icónicos es parte del éxito.

Los motivos victorianos en relieve de los paneles decorativos, tan característicos de finales de siglo XIX; además de un icono de la historia son un bello ornamento. Piezas manufacturadas una a una, con las características propias de aquello que rehusa de las cadenas industriales y de la producción en masa.

Revestimientos de estilo victoriano.  Un producto con status. Un interiorismo con detalles.

La era victoriana fue parte de la llamada Era del progreso. Influenciada por los avances en la industria y la tecnología, tuvo gran repercusión en la arquitectura. La arquitectura victoriana más que un estilo es un periodo de la historia. La disponibilidad de nuevos materiales permitió la evolución de estilos arquitectónicos y tendencias decorativas. Una de las principales características de este periodo fue una rica ornamentación, que a la vez, fue un símbolo de estatus social.

Estos avances tecnológicos hicieron posible la fabricación de uno de los productos decorativos más atractivos del siglo XIX. Los paneles o azulejos de techo en hojalata.  Láminas de hierro o acero cubiertas de una capa fina de estaño por ambas caras, con complejos diseños y elegantes relieves.

Tendencias en interiorismo. Revestimientos con personalidad.Las chapas metálicas se fabricaban a presión, en una maquina con la simple ayuda de un operario. El peso de la parte superior era suficiente para dar forma a la chapa expuesta sobre un molde en negativo. Este proceso de fabricación se ha mantenido sin sufrir grandes cambios.

Eran tiempos de un interiorismo ostentoso y un lujo extravagante con diseños llamativos que reclaman atención, características que encajan perfectamente con las exigencias estéticas de la decoración actual.

Estos paneles metálicos fueron productos muy populares, con una alta demanda en Europa y los Estados Unidos durante más de medio siglo. Sus diseños perduraron posteriormente en otras corrientes como el Art Nouveau, el art déco y contemporáneo.

En una sociedad puritana que giraba en torno a la familia y el hogar como centro de reunión social, familiar y de bienestar; los hombres ricos y poderosos, gustaban de exhibir su importancia por medio de impresionantes edificios. Residencias privadas que exponían las riquezas obtenidas mediante la industria y casas de campo con ricos ornamentos que influenciaron a las clases mas bajas, y por tanto a la decoración de las villas urbanas.

La arquitectura interior de estos edificios victorianos se caracterizaba por techos altos y grandes ventanales, lo que dificultaba mantener una temperatura constante en las estancias. Se extendió el uso de grandes y pesadas cortinas para aislarse de las corrientes de aire, así como la instalación de chimeneas, único medio de calefacción, en todas las estancias. A sus cualidades estéticas, los revestimientos victorianos para techo, sumaban las propiedades térmicas del estaño. Una solución efectiva para ayudar a conservar una temperatura más estable.

Durante la segunda guerra mundial, surge una escasez de metal, por su empleo para la fabricación de barcos y aeronaves. La carencia de materia prima paralizó la producción.  Como todo bien escaso, las sinuosas y elegantes formas de las planchas en metal repujado originales, son piezas codiciadas, objeto de contemplación y admiración. Una forma de atraer y cautivar. Un producto, comercializado por Francisco Segarra, que incrementa el impacto visual en los proyectos de interiorismo.

Como producto icónico que es, nuestra firma de mobiliario y decoración, difunde su uso, también con reproducciones fieles obtenidas mediante un proceso de envejecimiento que da como resultado un producto único, fiel a su historia y a toda una sociedad; capaz de causar sensaciones atemporales.

Revestimientos con personalidad para un interiorismo ex profeso.

Tal y como hemos mencionado, el atractivo visual de las chapas metálicas de estilo victoriano se ajusta a diferentes estilos de diseños, un buen ejemplo de esta adaptación lo encontramos en:

Wright & Company. Un restaurante de comida americana en un edificio histórico, con una decoración que se desmarca claramente de otras por la combinación de estilos vintage e industrial con un detalle añadido… las chapas metálicas, revistiendo su techo, que aportan elegancia y profundidad al espacio por sus propiedades estéticas y reflectantes. Un lugar lleno de vida y contrastes.

© Wright & Company

Ketter Exchange. Un restaurante trendy de comida Italiana en San Diego California. Un proyecto ambicioso donde se parte de cero. El diseño arquitectónico del edificio tiene espacios amplios, techos altos revestidos y mucha iluminación en más de 700 m2. En cuanto al interior, se perciben materiales como cemento, acero y maderas, creando una atracción que cautiva por la contraposición de curvas sinuosas y líneas rectas; lo oscuro y lo claro. Un lugar informal pero con clase donde las chapas metálicas encajan a la perfección en este espacio.

© Planmygetaway / Tectureinc

Antietman. Un restaurante Bistró en la ciudad de Detroit con un estilo de interiorismo Art Deco. Un lugar de luz tenue que acentúa sus tonos oscuro y contrasta con la textura de la madera que aporta calidez.

© Detroit.eater