Sofá de piel negro Stefan. Una sofisticada mezcla de sencillez, elegancia y comodidad.
Hay lugares que quedan grabados en nuestra memoria para siempre, su aura, sus colores, sus detalles y ese “no sé qué” que tanto seduce. Es muy probable que sean espacios con un componente de impacto, deslumbrantes, sorprendentes, novedosos, atrevidos… cuidadosamente pensados para despertar en nosotros emoción y sentimiento.
Al diseñar, es importante seleccionar bien las piezas a aplicar y crear un punto de interés dentro de la composición para que el espacio luzca más interesante.
Las posibilidades que brinda el mobiliario en un ambiente son muy diversas, de carácter físico y visual, tanto es así que en la materialidad de una pieza de mobiliario podemos hallar la clave para añadir profundidad, interés y contraste.
Francisco Segarra nos presenta un elemento protagonista capaz de llamar la atención instantáneamente. Un sofá de piel negro que añade dinamismo y carácter con sus líneas orgánicas curvas y su elegancia impecable, su magnitud contundente y unos materiales exquisitos.
Materiales para la longevidad, cálidos, agradables al tacto, atemporales y de fácil mantenimiento como la piel genuina.
Un sofá de tres plazas de estilo contenido pero grandioso.
