Un escaparate tentador para tu comercio? Conoce nuestros muebles para escaparates

El escaparate es el primer contacto de un establecimiento con el consumidor. Su función principal es llamar la atención del viandante, definir el punto de venta, generando en el cliente la imagen del mismo; atraer su atención y crearle deseos de entrar en el establecimiento.

Algunos comercios tradicionales, siguen creyendo en criterios poco actualizados, según lo han venido haciendo año tras año y generación tras generación. Esto puede llevar a una pérdida paulatina de negocio, por el desinterés de sus clientes. El único factor que puede lograr transmitir la identidad del comercio y generar el interés por querer cruzar la puerta, dado el constante bombardeo comercial que reciben los usuarios y la saturación de estímulos e información; será la originalidad.

La necesidad de sobresalir, es un hecho y los expertos en escaparatismo, son consientes de que en su función influyen aspectos sensoriales percibidos de forma consciente e inconsciente. Para atraer a los clientes, los comercios precisan de escaparates atractivos y diferenciadores. Un escaparate tentador requiere de una buena comunicación visual, que condicionará la decisión de compra más allá incluso del producto expuesto.

En Francisco Segarra, apostamos por la decoración original, singular, única… y contamos con enseres, complementos, antigüedades y muebles para escaparates e interiorismo comercial. Diseños en apoyo del sector del retail.

Sería imposible sintetizar en este post, todas las claves para lograr el mejor escaparate. Pero trataremos de ver algunos aspectos importantes del denominado «vendedor silencioso», fenómeno unido estrechamente a la aparición de los grandes almacenes en ciudades como París o Londres. Porque aunque se sabe que ya en las ciudades musulmanas se exponían las mercancías en la calle, será en el sigo XlX cuando el escaparate se concibe como tal.

El cambio de hábitos en la sociedad, las modas y los gustos estéticos han ido condicionando su utilización. En los inicios, se mostraban masificados de productos, expuestos sin control, con el único propósito de hacer ver que cualquier artículo que el consumidor precisase se encontraba en el interior del comercio. Posteriormente esto cambio, de la compra por necesidad se pasó a la compra por impulso y en la década de los años 20 el concepto de marketing revolucionó el comercio. Los escaparates espectaculares, cautivaban el bolsillo de los consumidores.

En la actualidad, los productos ofrecidos deben de ser limitados en número; el exceso puede dispersar la atención del usuario, destacando un producto como líder o primario y supeditando el resto como secundarios. El comprador pasa poco tiempo detenido frente al escaparate, y este tiempo es vital para transmitirle el mensaje.

En los escaparates verticales, la zona central se lleva el 50 % de la atención del espectador, siendo la zona izquierda más atractiva que la derecha. En los escaparates horizontales, el tercio de la zona baja, se lleva el 70% de nuestra atención, mientras que la zona alta tiene una escasa atracción y debería quedar relegada a situar carteles o información adicional.

Los colores, es uno de los factores a tener en cuenta a la hora de diseñar o componer un escaparate. Son el primer contacto visual. El ojo humano percibe la nitidez en función de distancias; a 400 metros tan sólo percibe volúmenes y colores. Las percepciones se modifican según nos acercamos, para posteriormente ser capaces de ver las partes en que se compone el escaparate y finalmente distinguir detalles como descripciones y precios.

Las gamas cromáticas pueden aplicarse dependiendo del tipo de negocio y el target del  cliente que se desea atraer. Por ejemplo, los colores llamativos para efectuar una llamada de atención dirigida a un tipo de público joven, o los sobrios para un público de mayor edad. La conjugación del blanco y negro aportará sensación de relieve y profundidad.

Otro aspecto esencial es la iluminación, desempeña un papel determinante. Atrae la atención y maximiza la percepción de los productos. Una luz  indirecta hacia los productos sin deslumbrar al cliente, realzará los artículos y nos asegurará que entiende sin esfuerzo el mensaje que se desea transmitir. Algunos efectos de iluminación pueden sorprender al espectador y captar su atención; otros permiten modelar las formas y provocar la compra.

Igualmente de importante es contar con diseños lumínicos eficientes, que ahorren costes y no generen inconvenientes para el medio ambiente por una tecnología ineficiente energéticamente. Se precisarán lámparas de poco consumo y que generen el mínimo de calor. La luz artificial es utilizada en abundancia en los escaparates y en ocasiones genera problemas de reflejo, deslumbramiento o un excesivo gasto energético, debido a un mal diseño lumínico.

La renovación o cambio de escaparate puede depender de promociones, temporadas o tipos de comercio; pero queda claro que debe ser un espacio vivo, latente. Se recomienda variar la exposición cada quince o veinte días para mantener activo su poder de atracción, evolucionando acorde a las tendencias y necesidades de sus clientes.

La limpieza, debe ser impoluta. Una acera desaliñada, un umbral descuidado, unas cristaleras opacas… pueden dar al traste con un escaparate bien resuelto.

Todos tenemos la condición de consumidores, y nos hemos visto frente a escaparates que de forma involuntaria nos han detenido, un detalle original, algo poco frecuente, llamó nuestra atención.  Por el contario, determinados escaparates, nos producen rechazo; sensación de desgana. Es la confirmación de la gran importancia de disponer de un escaparate seductor que genere la motivación de compra.

En Francisco Segarra contamos con piezas decorativas, complementos y antigüedades idóneas para la decoración en escaparates e interiorismo comercial. Cojines, pufs, baúles, espejos, quinqués, básculas, jaulas, caballos de madera o bicicletas antiguas. Piezas icónicas para escaparates singulares; escaparates para seducir y cautivar.

Imágenes vía windowswear, printemps, lanvin.