Descubriendo un decorado de restaurante sensacional… Méli Mélo.

Hay lugares emblemáticos que, por su pasado y reputación, forman parte de la vida social de una ciudad. Son espacios tradicionales que brillan por su oferta gastronómica y que marcan fácilmente el pulso del ocio y de la hostelería.

Nos encanta descubrir su historia, conocer su gente y vibrar con todas las anécdotas que resguardan. Locales de toda la vida que conservan su concepto inicial pero que también saben estar a la altura de los tiempos modernos gracias a la fuerza del interiorismo.

En esta ocasión, acudimos a la capital aragonesa para visitar Méli Mélo, un restaurante referente que luce de un nuevo decorado sin perder ni un ápice de su esencia. Una parada muy fresca y colorida donde los muebles de Francisco Segarra se funden con mucho brío.

Méli Mélo. El decorado de un pequeño paraíso sensorial.

Monumental, imponente y resplandeciente. Situada en el valle del Ebro, la quinta ciudad nacional está llena de vida.  Zaragoza, tan dinámica y alegre, es un precioso escaparate de las costumbres españolas particularmente conocida por su cocina tan representativa.

Es justamente aquí, en pleno casco histórico y en el epicentro de la zona gastronómica que se encuentra el popular restaurante Méli Mélo. En sus 17 años de historia, el local adquirió mucho prestigio convirtiéndose en uno de los lugares más frecuentados por los zaragozanos.

Las tapas de siempre cobran una nueva presentación entre las manos de la chef Raquel Marcén. Más frescas, más divertidas, con texturas y sabores únicos que no dañan la presencia de la materia prima y cuidadas en todos sus detalles.

Una cocina mediterránea tradicional con toques de autor que da lugar a un concepto revolucionario, tanto que ha sido galardonado por los más exquisitos concursos gastronómicos.

Méli Mélo es un pequeño paraíso sensorial para un comensal intrépido que quiere ir más allá de lo habitual y que disfruta del buen comer en un diseño de restaurante idílico, sumergido en un ambiente exótico, profundo y un tanto místico.

Un nuevo restaurante y la misma esencia de siempre.

Es a través de un importante trabajo de interiorismo profesional realizado por el diseñador Jesús Aznar Salvador que Méli Mélo reabrió sus puertas con un lavado de cara único.

¿El principal objetivo? Dar continuidad a un local referente a través de una decoración fresca y actual preservando los orígenes, el alma y el carisma incondicional del restaurante.

Méli Mélo estrena nuevo look y lo hace con todo su esplendor. Materiales, colores y texturas se unen y brotan de cada rincón para deleitar una nueva experiencia visual. Cada detalle, cada ángulo y cada mirada se vuelve especial y fascinante.

Color, sofisticación y elegancia… Méli Mélo y su particular encanto decorativo.

Al cruzar la puerta del establecimiento, nos invade la sensación de pertenecer a un universo muy colorido y alegre. El papel pintado, gran protagonista en todo el local, nos sumerge de inmediato en un mundo inusual, exótico y contemplativo.

Distribuido en dos zonas, el local abre sus puertas con mesas altas para poder empezar la experiencia con el mejor tapeo de toda la ciudad. Y, posteriormente, ofrece servicio de carta en una zona acondicionada con un mobiliario de aire más sutil y provenzal.

La luz estalla por cada ángulo y deja en evidencia el juego constante de los componentes principales. Madera, ratán, cuerda, roble… La naturaleza se impone y se deja acompañar levemente por la elegancia de los tonos bronces y por el clasicismo de la baldosa hidráulica.

Un decorado de restaurante fuera de lo común, con un poder de atracción único, donde los muebles más refinados de Francisco Segarra aportan su encanto tan propio y singular.

El diseño del restaurante Méli Mélo inunda nuestros sentidos. Un proyecto de interiorismo ejemplar que demuestra que la cocina tradicional y la decoración más actual pueden convivir a las mil maravillas y hacernos soñar a lo grande.


Decorado de restaurantes: Méli Mélo.
Proyecto de interiorismo: Jesús Aznar Salvador.
Mobiliario restaurante: Taburetes Gando. Sillas Bahrain. Francisco Segarra.
Fotografía: Jesús Aznar Salvador.