ARRE, cuando un diseñador de restaurantes consigue llegar al corazón.

Un restaurante es un lugar para degustar con todos los sentidos. Una comida, una cena, sabores nuevos, aromas tradicionales… pero un restaurante puede ser también un espacio donde deleitarse con la decoración y el interiorismo.

Cuando entramos en un restaurante y sentimos su esencia y ese especial sello que lo convierte en un espacio único, es un buen momento para saber que allí se encuentra la huella invisible de los que lo hicieron realidad… los diseñadores de restaurantes.

Detrás de un gran proyecto de interiorismo siempre existe un gran equipo de interioristas. Y así es como definimos al nuestro.

En Francisco Segarra cada trabajo se idea, se planifica y se diseña con la perfecta amalgama de experiencia, conocimientos y pasión. Una unión de características que nos definen y que desplegamos en todos los proyectos 100% FS, para conseguir un resultado tan admirable como el del restaurante Arre.

Su concepto recupera la singularidad de este emblemático local y la rehabilitación es lo más amable posible con la arquitectura original del edificio.

Situado en el casco histórico de Castellón, el restaurante Arre nos abre sus puertas conservando su vinculación con los orígenes de la ciudad, haciéndonos partícipes de la cultura y la gastronomía levantina y mostrando su nuevo interiorismo diseñado por el equipo de Francisco Segarra.

Diseño y decoración de restaurante con un concepto innovador.

Es probablemente el edificio más antiguo de la ciudad y sus arcos y horno moruno del siglo XIV conviven con elementos extremadamente modernos. Un trabajo de interiorismo sobresaliente que sólo podría haberse hecho realidad en manos de diseñadores de restaurantes que apuestan por las ideas más innovadoras.

Pedro Salas y Bea Villalba son el matrimonio al mando de Arre. Un proyecto íntimo y personal que tiene esencia castellonense.

El concepto de restaurante está basado en la “torrà”, momento de compartir una comida y algunas risas con seres queridos alrededor de las brasas y el fuego. El diseño y la decoración del restaurante se rinden a sus pies.

Rescatando su esencia, renovando su presencia…

Los techos y vigas originales se conservaron en la medida de lo posible. Para hacer coincidir en un mismo espacio elementos de diferentes épocas, se optó por una gama de colores cálida, que recordase a brasas y a tierra.

Los arcos forman un porche previo a la abertura del horno moruno, que se ha iluminado tanto interior como exteriormente para que se puedan contemplar las dimensiones de la cúpula.

El local dispone de dos comedores, uno en cada planta, además de una terraza exterior en la planta superior.

La cocina del local es abierta, dejando que los comensales puedan observar el proceso de elaboración de cada plato.

Un proyecto identitario, un diseño a la altura…

El local es maravilloso y todo en él gira en torno a su propia identidad.

Cada mesa dispone de su barbacoa particular, alojada en el centro de la misma. A su alrededor bancos de piedra y sillas de madera se unen a la calidez del espacio e irradian familiaridad y confort.

Las campanas y conductos de extracción quedan a la vista, aportando una dosis de modernidad que no impide desarrollar el concepto del restaurante.

Muebles auxiliares, vitrinas y alacenas vintage… En este espacio se siente la esencia de pueblo, que era la idea que buscaban sus dueños.

El interiorismo se completó con una buena iluminación en tonos tostados que embellecen las paredes irregulares, recordándonos el especial encanto de lo imperfecto.

Accesorios decorativos que recuperan y mantienen la esencia.

Para recuperar la esencia de un local tan simbólico como este y tras quince años desde su último servicio, era necesario introducir detalles estrechamente ligados a él.

El antiguo cartel de “Panadería Miralles”, que fue la última actividad comercial del local se recuperó y ha sido instalado en su interior.

Los papeles con los que se envolvía el pan han sido enmarcados y lucen en las paredes del restaurante. Objetos recuperados de la antigua panadería mantienen el amor por este oficio artesano.

Madera, barro, lino, ratán, vegetación preservada… los accesorios decorativos ayudan a desempolvar la esencia de este lugar y mantenerla presente en el interiorismo del restaurante.

Un diseñador de restaurante sabe que cada detalle debe transportarnos al corazón de su proyecto.

Arre encontró su historia en este edificio, y halló la forma de contarla a través del equipo de interioristas de Francisco Segarra.


Proyecto de restaurante: Arre.
Diseño de restaurante: Francisco Segarra.
Muebles para diseño de restaurante: piezas del catálogo de Francisco Segarra.