ARAIA. El resurgir de una isla a través del diseño de un restaurante.

Las huellas que dejó una cultura perdida son fuente de inspiración para este trabajo de diseño de restaurante en Madrid, que hoy incluimos en nuestra sección de proyectos.

Una bonita historia que nos invita a viajar por el Mediterráneo y a adentrarnos en sus tesoros más escondidos.

Sabores, sonidos, imágenes y texturas… El restaurante ARAIA vuelve a llenar los corazones de los que conocen la historia de la isla desaparecida y de aquellos que la descubren por primera vez.

Un viaje en el que algunas piezas del catálogo de Francisco Segarra contribuyen a crear un ambiente hedonista y acogedor.

Un interiorismo que se trenza con el alma de la isla.

Araia fue una isla que descansaba en mitad del mar Mediterráneo y que se erigió como el punto de unión entre Oriente y Occidente. Un gran terremoto la hizo desaparecer del mapa y posteriormente de la memoria…

El espíritu hedonista de sus habitantes y su propia visión del mundo enriquecieron la cultura de esta comunidad hasta tal punto que, hoy es la fuerza con la que se fundamenta este diseño de restaurante.

Tras esta historia están Carlos López y Pedro Aijón, responsables de hacer realidad este hermoso viaje. Ellos definen el lugar como “una isla en Chamberí”, porque ARAIA es un punto de encuentro para los que necesitan evadirse del bullicio de la ciudad.

Su carta recrea el mapa de esta misteriosa isla: cosecha, bahía, pastos y temporales. Su decoración modela un espacio fuera de lo común, donde el interiorismo se trenza con el alma de la isla.

Colores, materiales, mobiliario… Un bonito vínculo con su cultura.

ARAIA es un oasis en el centro de Madrid. Su espacio resulta acogedor y su decoración es impactante.

Las paredes están hechas con bloques de cemento y piedra y quedan resaltadas gracias al contraste con el suelo de color oscuro. Esta acertada elección consigue una mayor sensación de profundidad y nos adentra en una preciosa cueva de esta recóndita isla.

Originales mesas altas metálicas simulan el relieve insular y se acompañan de taburetes altos tapizados en gris, un color que evoca la niebla matutina sobre el mar, pero también cierta serenidad y sofisticación.

Las mismas formas irregulares se conservan en las pequeñas repisas que sirven de barras. Pequeños acantilados donde tomar un aperitivo, acomodándonos en taburetes de madera de diseño sencillo y estética modesta.

Preciosos apliques de pared, con sus velas, conservan la calidez de los pequeños resquicios de luz que se cuelan en la cueva.

La iluminación tiene un empuje decorativo al optar por lámparas de techo de estilo industrial en el pasillo alicatado que nos lleva a la zona del baño.

En todo el restaurante son los tonos neutros los que consiguen recrear un lugar perfecto para desconectar del mundo exterior y abrir un nuevo vínculo con esta bonita historia.

Flores secas, barro, madera, esparto… No falta detalle en este interiorismo de restaurante, donde la iluminación indirecta y el uso de telas en algunas partes del techo, lo hacen mucho más acogedor.

La decoración en restaurantes debe reflejar todo aquello que queremos transmitir. Una historia, unas sensaciones y un entorno… ARAIA nos cautiva con todo lo que tiene y con todo lo que simboliza. Viajemos hasta esta preciosa isla y sigamos las huellas de aquella cultura a través de su mirífico diseño.


Proyecto de restaurante: ARAIA.
Diseño de restaurante: 83Arquitectos.
Mobiliario de restaurante: Piezas del catálogo de Francisco Segarra. Taburetes Samay y Sandaka. Lámpara Joel.