Diseño de un restaurante que rememora su pasado. La Borda de l’Hereu 1693.

Con el paso del tiempo, la sociedad va evolucionando, adaptándose a los cambios y abriéndose paso hacia la innovación, pero siempre hay lugares donde el tiempo parece haberse detenido. Espacios que retienen una historia y una tradición, y que hoy se vuelven a abrir para acompañarnos en nuestras experiencias más enriquecedoras.

La Borda de l’Hereu 1693 empieza un nuevo camino con la firme intención de deleitarnos con sabores familiares, en un testigo arquitectónico del siglo XVII y con un diseño de restaurante que rememora su pasado. Un lugar que une el pasado rural de Andorra con el rasgo inconfundible de los proyectos 100%FS.

El mejor resguardo de tanta tradición…

Ubicada en la parroquia de Encamp, la Borda de l’Hereu nos invita a disfrutar de una cocina tradicional andorrana en un agradable entorno lleno de historia. En 1693, las paredes que hoy envuelven este lugar tan especial se erigieron por primera vez. Una borda de finales del siglo XVII donde antiguamente se resguardaba al ganado y se almacenaban los víveres durante los largos meses de frío.

Ahora, aquí se mezclan sentimientos, aromas y sabores… Una delicada propuesta gastronómica que rinde homenaje a parte de la historia de Andorra, sin renunciar a las técnicas culinarias más vanguardistas.

La voluntad de mantener la esencia del pasado se hace sentir también en el diseño del restaurante, un espacio que hoy se convierte en nuestro mejor refugio de montaña. Mobiliario, iluminación, decoración… Todo ha sido seleccionado por el departamento de interiorismo de Francisco Segarra para hacer de esta borda el mejor resguardo de tanta tradición, y el mejor abrigo de nuevas historias…

Un diseño de interiores donde reinan la armonía y la comodidad.

Construida en piedra y madera, esta borda conserva el original techo a dos aguas y las gruesas paredes rústicas de la época. Un espacio amplio, acogedor y familiar, donde los materiales y las texturas toman todo el protagonismo.

En cualquier restaurante, el equilibrio en su interiorismo es un valor añadido. Aquí, en este diseño de interiores, reina la armonía y la comodidad. Colores acromáticos y neutros priman sobre cualquier toque de color.

Madera, piel, fibras naturales… La calidez se hace notar a través de los muebles y también en la forma en que se disponen en el espacio. Mesas grandes, cuadradas, redondasSillas tapizadas, de madera o ratán

Iluminación tenue, sutil y serena…

Abordar la iluminación en una edificación de estas características era quizás uno de los puntos más significativos de todo el proyecto de diseño. Para mantener el ambiente tenue y tan sereno que evoca lo que fue en su día, se optó por luces sutiles y cálidas.

Las lámparas colgantes son grandes portadoras de fuerza y aquí cobran un rol mucho más decorativo. A través de la malla metálica se permite tamizar la luz, creando así un intenso impacto visual y aportando confort, bienestar y un toque de elegancia.

El diseño de restaurante queda culminado con complementos decorativos que embellecen y envuelven el ambiente. Flores secas y plantas colgantes, y una sensación sumamente confortable que se hace notar en cada rincón.

La Borda de l’Hereu inicia este nuevo camino con el propósito de sorprender a los paladares más selectos y también a aquellos que aman el diseño. Un lugar que mantiene la esencia del pasado y un restaurante dispuesto a acoger nuevas historias.


Proyecto de restaurante: La Borda de l’Hereu 1693.
Diseño de restaurante: Francisco Segarra.
Mobiliario de restaurante: Piezas del catálogo de Francisco Segarra.