El mar desde otra perspectiva… DOCK.

Ver las cosas desde otra perspectiva puede abrirnos hacia nuevos horizontes, enriquecer nuestra creatividadsalir de los temas cliché. Y como siempre hay otro lugar desde el que observar el mundohoy nos adentramos en un nuevo interiorismo que huye de las ideas más estandarizadas de lo que representa el mar. Una nueva forma de acceder a él desde otro punto de vista… 

Como decía Emily Dickinson “multiplicar los muelles no disminuye el mar”, y aunque ella quería expresar mucho más de lo que las palabras nos permiten leer, su apreciación nos viene como anillo al dedo. Acercar el carácter marítimo de la ciudad y de su gente a través de un interiorismo oxigenado con la estética industrial de Francisco Segarra fue el punto de partida de un “muelle” que nos recibe en su dársena a aquellos que queramos atracar nuestro barco. 

Una idea, dos proyectos a la altura. 

Bañada por el mar Báltico, Klaipéda es el escaparate costero por excelencia de Lituania y el lugar donde todo comenzó. DOCK, el nombre elegido para un restaurante hamburguesería que representa el astillero de un puerto marítimo en una ciudad orgullosa de sus orígenes. 

Un espacio donde la interacción de materiales de distinta naturaleza, así como la elegancia con la que se incorporan en un interiorismo de estética industrial fueron detonantes para llevar la esencia portuaria hasta la otra parte del país. 

Y como todo proyecto exitoso que apuesta por su expansión, DOCK cruzó Lituania para abrir su segundo “muelle” en la capital Vilna, ciudad que atrae tanto por su casco antiguo barroco como por sus barrios de vanguardia. 

Entre sus calles llenas de historia o en aquellas con el aroma a salitre, es fácil dejarse conquistar por un lugar que nos une con el mar aun en la distancia o que nos trae un toque de modernidad desde el arraigo por las tradiciones de su ciudad. 

La elegancia de un interiorismo de estilo industrial. 

Parcialmente enlucidas e intencionadamente acristaladas, las paredes se funden con el suelo hormigonado, creando un espacio similar al de las instalaciones de almacenamiento de los puertos marítimos. 

La coordinación entre lo moderno, lo industrial y la herencia de un pasado apasionante crea un ambiente profundamente simbólico y acogedor donde disfrutar de sus sabrosas hamburguesas perfectamente equilibradas con ingredientes de temporada o unas cervezas artesanales tiradas por una enorme dispensador tipo tubería. 

Una imponente barra de bar se sostiene sobre una base de metal a modo del clásico contenedor marítimo azul. La superficie envejecida y manchada deliberadamente nos hace imaginar el trasiego de mercancías. Tras ella la zona de cocina, que de alguna forma queda a la vista de los comensales permitiendo ver todo el proceso de elaboración de sus platos. 

Diseños que agrandan nuestra creatividad.

Madera, metal y cuero se alían en este diseño de restaurante como punto clave para una elegancia que irrumpe con fuerza en un espacio con cimientos fabriles. 

Con el fin de no desligarse de la sobriedad de las zonas logísticas, se optó por revitalizar el espacio con una combinación de sillas y taburetes en diferentes modelos, pero manteniendo la gama de color y en ocasiones la textura. 

Ambos proyectos se completan con una espectacular iluminación a conciencia. Luces colgantes y lámparas de tijera que no sólo destacan volúmenes y crean contrastes, sino que siguen la línea de estilo industrial en la que se basó un primer planteamiento. 

Dos ciudades, dos “muelles” que nos acercan al mar desde otra perspectiva, nuevos horizontes que no disminuyen nuestra creatividad, si bien la multiplican Y son estos hallazgos los que hacen que en Francisco Segarra sigamos diseñando colecciones e inspirando proyectos tan asombrosos como DOCK. 


Proyecto restaurante hamburguesería: DOCK.
Proyecto de interiorismo: Ramūnas Manikas.
Mobiliario contract: Bravo Projèkt, Francisco Segarra.


Imágenes restaurante DOCK en Klaipéda

Imágenes restaurante DOCK en Vilna