Estética portuaria en el proyecto de interiorismo de restaurante Barco

El estudio de diseño interior Amplé, ubicado en Barcelona, formado por tres diseñadores y arquitectos, especializados en interiorismo, diseño de muebles y branding, que realiza proyectos de diseño interior en Europa y Rusia; han sido los creadores del proyecto de interiorismo en restaurante Barco. Parrilla creativa y vinos. El local abrió sus puertas en diciembre del pasado año, en la costa del Mar Negro, en Novorossiysk y cuenta con muebles de la firma Francisco Segarra.

El paisaje urbano que le rodea; el paseo marítimo, el puerto, sus barcos, muelles, grúas y demás elementos industriales de la infraestructura portuaria, sirvieron de inspiración para la creación del proyecto.

120 metros cuadrados de ambiente cálido y acogedor, sugerido por la Barcelona de espíritu modernista y su estética portuaria. Materiales naturales como madera, cuero, hierro, hormigón, metal y una composición de texturas industriales que se complementa con brillos de espejos y decoración clásica.

Realizado en un tiempo record, tan solo cuatro meses, la mayor labor recayó en encontrar los medios más sencillos y rápidos para conseguir el diseño conceptual.

Dadra y Francisco Segarra, empresas especializadas en mobiliario industrial, fueron seleccionadas para la adquisición del mobiliario. El estudio, que en ocasiones anteriores ya había contado con nuestra firma de muebles para hostelería en sus proyectos, entendió que la estética de nuestro producto conjuntaba con el concepto del restaurante.

Las sillas Mews refuerzan el carácter vintage del espacio y su paleta cromática en marrón y negro; logrando un ambiente idóneo para momentos de  relax y diálogo.

Chapas metálicas, del catálogo de revestimientos Francisco Segarra, con diseños inspirados en los antiguos paneles de hojalata prensada para techos de la época Victoriana; conforman una barra de bar franqueada por los taburetes altos de bar en piel y diseño pie patín Mews en tono café.


Abundancia de elementos decorativos, susurran historias de largos viajes, en un diseño interior sencillo y equilibrado, que no por ello se muestra congestionado.

Otros elementos, como el sistema de iluminación móvil, creado mediante rieles colocados en el techo o los paneles y mesas correderas ubicadas en la pared frontal ante el espejo, que se abren los fines de semana ampliando el espacio; fueron diseñados especialmente para este proyecto.

La zona junto a la chimenea o «cabina del capitán», presenta un gran armario que atesora trofeos. Platos de porcelana, bandejas de metal, mapas de mar, antiguas botellas de cristal, catalejos y enseres adquiridos en los mercadillos de Lisboa, Barcelona y algunos pequeños pueblos de Cataluña.
En la pared, los relojes marcan el tiempo de las ciudades portuarias de Novorossiysk, Barcelona y Buenos Aires. Todo bajo la cálida luz de las lámparas Islay Francisco Segarra.