Francisco Segarra y su particular visión de la decoración navideña.

Entrañables, mágicas, afables… Hay muchas palabras que definen las fiestas navideñas. Con su gran carga emocional, llenan de brillo nuestras ciudades y hogares divulgando un profundo sentimiento de unión y generosidad.

Al llegar estas fechas tan significativas, el sector de la decoración y del interiorismo despliega su mayor encanto con propuestas estéticas que reflejan maravillosamente su espíritu. Y, en las calles abarrotadas, los comercios y los restaurantes se visten de gala para acoger a la mejor temporada del año.

Para Francisco Segarra, es un tiempo de paz y de esperanza que le permite indagar más si cabe en su creatividad y demostrar al mundo que su talento traspasa los modales más convencionales. Descubre su particular propuesta y sumérgete en unas fiestas de ensueño.

Creatividad y singularidad… El mejor cóctel de fiestas. 

Entrañable como la luz de sus velas, mágica como los colores que visten sus árboles, afable como la sonrisa de los más pequeños… Con los sentimientos a flor de piel, ¡démosle una bienvenida por todo lo alto!

La Navidad es una época para disfrutar todos juntos, para abrazarse y sentirse arropados por el calor de su esencia. Nostalgia, emoción, alegría… Es un maravilloso compendio de pasión e ilusión que se merece volver a centellear.

Para ello, la creatividad de Francisco Segarra llega con un tierno y entrañable enfoque que abre la puerta hacia una decoración navideña llena de ingenio y singularidad. Una visión artística para diseñar espacios que huyen del lujo y premian la libertad.

Prepárate para un viaje hacia la cultura y un llamamiento a la tranquilidad espiritual.

Toques étnicos y cultura wabi-sabi… Una decoración navideña para celebrar la vida.

En un pequeño rincón de nuestro showroom, la Navidad cobra una nueva forma; más serena y sosegada de lo habitual. Es un momento de felicidad, fugaz pero intenso; un emocionante reencuentro que nada ni nadie puede perturbar.  En este espacio, solamente caben buenos deseos…

Con armonía y fluidez, los distintos elementos se juntan para brindarnos el regalo del bienestar personal. Calidez, confort y desahogo… Aquí, envuelto por la dulzura y la naturaleza, cada alma encuentra cabida.

A la luz de los porta-velas y envuelto por un papel pintado envejecido, nuestro rincón navideño reúne el exotismo de otras culturas con la autenticidad del pasado. Muebles antiguos, taburetes de algodón, cuadros pintados a mano… El ambiente, respaldado por la filosofía wabi-sabi, llama a la calma y al placer.  

Reinando en medio del espacio, la mesa y las sillas se yerguen con fuerza llamando al poder de la naturaleza. Ramos de flores, piñas y una botella de champagne. Bañada por la intensidad del color rojo, la decoración navideña se confunde con la madera de mango.

De la simplicidad emana un profundo entusiasmo que nos recuerda que hoy, es día de celebraciones.  Celebrar la vida, sin complicaciones. Celebrar el pasado que nos acompaña con todas sus imperfecciones y saludar el momento presente con amor y certidumbre.

¡La Navidad ya está aquí… empieza a soñar!