Espacios singulares, cálidos y 100% auténticos… con mesas antiguas.

Con la llegada de las nuevas tecnologías, los procesos de fabricación de la industria del mueble han evolucionado considerablemente. Un hecho que responde perfectamente a las exigencias del mercado actual, pero que incrementa también la dificultad de encontrar autenticidad en los productos que adquirimos.

Lleva dentro miles de historias. Sabe determinar el carácter original y genuino de cada cosa. Y, sobre todo, marca este punto diferenciador tan difícil de lograr. La autenticidad es un bien escaso que hay que saber apreciar y valorar.

Y más cuando se trata de sectores tan competitivos como la hostelería. Sus locales son los reyes del ocio y de la diversión. Bares, restaurantes y cafeterías que luchan cada día para ofrecer una experiencia completa e innovadora.

Ser auténtico es indispensable para todos ellos. Y en Francisco Segarra queremos ofrecerles las mejores ideas para que puedan conseguirlo. No necesitarán mucho; sólo quizás un pequeño rincón… En nuestras mesas antiguas, encontrarán el mejor encanto para atraer todas las miradas.

Toques añejos que aportan tanto…

Tu restaurante tiene un diseño óptimo, tanto funcional como estético. Has acertado con el mobiliario y el estilo; con los colores y los materiales… Todo parece perfecto, pero notas que falta algo. ¿Carácter? ¿Alma?

Lo que necesitas son toques añejos aquí y allá que revivan el ambiente del pasado. Una alacena, una silla envejecida, una mesa de madera… Piezas antiguas que aportan tanto con su simple presencia.

Aportan calidez y esa sensación hogareña tan preciada. También poseen un gran valor sentimental que estimula las vibraciones del ambiente. Nostalgia, consuelo, confianza… Un compendio de emociones que no deja indiferente a nadie.

Lo cierto es que elegir antigüedades para completar el diseño de un espacio no significa renunciar a las tendencias. Simplemente es añadir una historia centenaria, expresiva y aún muy viva. Los muebles antiguos armonizan un espacio y sólo ellos pueden volverlo más auténtico que nunca.

Una belleza que sigue ilesa…

Una entrada monótona, una pared desnuda, un espacio vacío… Potenciar el interiorismo de un local de hostelería pasa por cuidar todos esos pequeños detalles. Y es aquí, en aquel rincón descafeinado, que nuestras mesas antiguas pueden desplegar todo su encanto.

Sí, su madera maciza envejece lentamente y sus grietas son evidentes. Su pintura también ha sufrido el paso tiempo dejando aparecer tonos descoloridos. Pero, su función y su belleza siguen ilesas. Robustas, versátiles y ¡100% auténticas!

Una botella decorativa, un cuadro, un jarrón de flores… Sin recargarlas demasiado, con un simple objeto. Pequeñas cosas que cobran un nuevo sentido encima de una antigua mesa y que capturan el aspecto más legítimo de la decoración.

Solas o también en pareja… Juntas, su potencial se multiplica y las cenas se vuelven más entrañables. Una copa de vino y un delicioso manjar. Arropado por la nobleza que desprenden, ese momento se convierte en todo un privilegio.

El mundo del interiorismo evoluciona y lo hace con mucha expectación. No pretendemos quedarnos atrás. Sólo queremos echar mano de recursos nobles y sostenibles dando una segunda vida a lo que nos ha acompañado durante tantos años.

Elige tu mesa antigua en el catálogo de Francisco Segarra y dale a tu espacio una exclusividad única.