Cuando la decoración de exteriores se vuelve mágica… El Limonar.

Una casa es un lugar de vida y de bienestar que nos encanta abordar como profesionales de la decoración. Con una mirada técnica y estética, el objetivo es crear un espacio personal que satisfaga las necesidades de sus habitantes y haga realidad su sueño.

Dentro de un interiorismo residencial, son muchos los factores que entran en juego. Y, aunque el interior es el núcleo de todo proyecto, no menos importantes son las zonas exteriores que deben actuar como una prolongación de la casa.

Rodean nuestro hogar, nos conectan con la naturaleza y, sobre todo, son la primera impresión de todo el conjunto. Jardines, terrazas, porches… Lugares de ensueño que hay que saber diseñar, con cabeza y corazón.

El Limonar es la rehabilitación integral de una casa en Gijón realizado al 100% por el equipo de interioristas de Francisco Segarra y de la mano del Grupo El Sol. Un diseño de vivienda único  donde resalta la excelencia de decorar exteriores mágicos.

Disfrutar del exterior bajo techo…

Disponer de un espacio al aire libre es un privilegio. Disfrutarlo todo el año, un auténtico lujo. Punto de partida de todo el proyecto, las zonas exteriores del Limonar fueron pensadas y estudiadas al detalle con este fin.

Asimismo, bajo una estructura de madera, una especie de cenador fue diseñado para los mejores momentos alrededor de la mesa. Un espacio cálido que inspira confianza, cercanía y que dialoga con el interior de la casa a través de una decoración idílica.

En este sentido, no hay mejor opción que las fibras naturales para sentirse en total sintonía con la naturaleza. Maderas, ratán, flores… Un porche que juega con los toques rústicos y mediterráneos, segundado en todo momento por la placidez del estilo wabi-sabi.

La velada no se acaba aquí… Al caer la noche, se vuelve aún más entrañable. Desde un pequeño espacio chill out, se aprecia aún más la vida al aire libre. Un cómodo sofá de cojines, unas velas y unas magnificas vistas a la piscina que reina en medio del jardín.

… y bajo las estrellas.

Cuidar de cada rincón: tal es la premisa de un trabajo de interiorismo. Y eso también supone aplicarlo al diseño de exteriores de casas. Espacios pequeños, pero cien por cien aprovechables que se convierten en verdaderos paraísos, como por arte de magia.

En este caso, el rincón fire pit se presenta como una de las estrellas de todo el proyecto. Habilitado en una esquina del jardín recubierta por un suelo de piedras, se compone de una mesa central y de una bancada de obra en forma de medialuna con un respaldo alto que otorga una sensación acogedora y la mayor intimidad respecto a las viviendas colindantes.

La iluminación tenue, indirecta y tan efímera, nos acerca a la naturaleza y aporta el mayor valor orgánico a todo el conjunto. No es un espacio más, sino una clara invitación a regocijarse al calor de la hoguera y a deleitarse con la inmensidad de un cielo estrellado.

Decorar exteriores es un poco como generar nuevas ilusiones y perspectivas. Es una muestra de que podemos conectar cada vez más con nuestro entorno y gozar de todos los beneficios que eso conlleva. A través de proyectos tan bellos como El Limonar, el interiorismo abre paso a nuevas sensaciones que tan sólo se vuelven especiales cuando se viven desde fuera.